Thomas Luthi le hizo un gran favor a Marc Márquez. También una bandera roja imprevista después de que Axel Pons sufriera un accidente y quedara tendido en medio de la pista a falta de vuelta y media para que concluyera la carrera de Moto2. El suizo completó la vuelta 17 en primera posición y como todos los pilotos habían completado esa vuelta, los comisarios dictaminaron, conforme al reglamento, que el ganador fuera Luthi. Hasta la última vuelta, Bradl había sido campeón virtual durante 16 giros, pero el ataque de Thomas le privó de una victoria que le otorgaba el campeonato, por lo que el título de Moto2 se queda en suspenso hasta Cheste, donde el alemán, si ganara Márquez allí, tendrá que terminar al menos entre los 13 primeros para ser campeón. A priori está hecho, pero en motociclismo no sirven de nada las cuentas. Que se lo pregunten a Marc. La carrera fue un diálogo entre Bradl y Luthi. El líder marcó su ritmo, buscando sentirse cómodo y conseguir despegar a los adversarios. Cayeron los hermanos Espargaró, que se fueron descolgando poco a poco, pero no Luthi. El suizo fue estudiando a Bradl vuelta a vuelta hasta asestar el golpe a falta de tres vueltas, en la fuerte frenada de la contrarrecta. Pol intentaba defender el podio ante De Angelis, que lo presionaba desde la cuarta plaza. Márquez miraba la prueba por televisión, con el ojo derecho tapado como un pirata. Hasta que la bandera roja flameó por todo el circuito. Quedaban dos giros. Por la televisión se vio tirado a Axel Pons. Luthi había ganado su partida. Y Pol un podio muy valioso a estas alturas de campeonato. Bradl no pudo alcanzar tampoco su sueño. Como Terol, tendrá que esperar dos semanas. Cheste reventará.
Fuente:marca.com
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