La mañana no había empezado bien para Loeb. Buscaba rubricar su octavo título con una victoria en el Rally de Gales, pero acababa de perder 1,4 segundos respecto a Latvala, lo que aumentaba la ventaja del de Ford a 7,5 segundos. Conducía por el estrecho enlace, de apenas unos tres kilómetros, entre los tramos de Halfway y Crychan, en una zona militar donde se recomienda al público no salirse del trazado. Loeb no pisó ninguna mina olvidada, pero tras coronar una cresta se encontró con un vehículo que marchaba por la derecha. Chocó frontalmente con él. A través de un agujero en el radiador el motor perdió todo el agua quedando el vehículo con el dorsal número 1 varado allí. El conductor del otro vehículo salió de su coche casi llorando queriendo el destino que se tratase de uno de los mejores amigos de Dani Sordo, Félix Vidal Celis Zabala, también cántabro y ciclista profesional desde 2002 cuando tuvo su primera oportunidad en el equipo ONCE. Actualmente milita en el equipo malayo Letua Cycling Team. La noche anterior había estado en la asistencia del equipo Mini para que su paisano le firmara una bandera española. "Está hecho polvo" comentaba Sordo. "Loeb es Dios para él. Con eso creo que está todo dicho. Ha estado con él y conmigo en otras ocasiones. Cuando Daniel Elena -copiloto de Loeb- me dijo que era él, no me lo podía creer. En Citroën no le echan la culpa de nada, de hecho le han dicho que si tiene algún problema con el seguro que se lo digan y también que está invitado a la fiesta de esta noche", comentó. Loeb hasta justificó al ciclista español: "Tuvo un mal reflejo como suele pasarnos a los europeos cuando aterrizamos en Gran Bretaña. Es fácil conducir si uno se centra, algo menos utilizar el cambio, pero en situaciones de peligro actúas como lo harías en tu país. Somos campeones del mundo por lo que el resto ya no importa". Por suerte para él, Hirvonen había abandonado, lo que le dio el título. Venció Latvala.
Fuente:marca.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario